Desde hoy abro este blog que hace un tiempo habilité pero nunca llené con contenidos. Tal vez no era el tiempo de mis tiempos aunque la idea permaneció latente en mi corazón.
Hoy es el tiempo y a esta hora, no casual seguramente, en que debo abrir este espacio para darle vida y encontrarme a través de él con quien lo encuentre y a quien o quienes ya estoy esperando.
Lo comienzo a escribir desde este momento con un tema que creo, desde las ALTAS INSTANCIAS se me ha inspirado comenzar. Un tema que me ha comenzado a vibrar desde hace unos pocos años y en el que soy una aprendiz. Sin embargo, estoy segura que fueron ellos - los cristales - los que siempre "me convocaron" - para descubrirlos y experimentarlos asombrosamente en mi vida.
Comienzo a compartir muy de a poco estas maravillas con todos y cada uno de ustedes que está en cualquier lugar del Universo, que tiene en su historia y en su alma su profunda creencia en la maravilla que la Creación - Dios - desde su Energía Vital y desde siempre configuró para nuestra felicidad.
¡Gracias por llegar hasta aquí!
Como señala Nina Llinares, "es un hecho constatado el que toda persona que interactúa con cristales de cuarzo desde la transparencia de su corazón, se da cuenta de que entra en una dinámica de cambio. Este cambio se expresa coincidentemente como una transformación de conciencia: mayor claridad en la forma de pensar, sentir e interactuar consigo mismo, con los demás y con la vida en general."
"Se da una RESONANCIA NATURAL que incrementa dicha elevación de consciencia, ya que el ser humano es en sí mismo un ser cristalino: tenemos cristales - sílice - en la sangre, en el cerebro, en las terminaciones nerviosas, en el nervio óptico, el fluido cerebroespinal, la piel, las uñas, el pelo, etc".
Cristales de hematoidina (derivado de la hemoglobina)
"Los cuarzos de cristal poseen en su estructura, formación y crecimiento un patrón perfecto que, a diferencia del reino animal y vegetal, los hace inmunes a las enfermedades, envejecimiento y muerte; un cuarzo a menos que se rompa, permanecerá inalterable para siempre."
Nina Llinares en "Cuarzos maestros" Editorail EDAF, Madrid, 2009
